Ya en Aranda, parte de los viajeros realizaron una visita a la exposición de arte sacro de Las Edades del Hombre y otras se acercaron hasta el Museo de Ferrocarril, sito en la antigua estación de Chelva de la clausurada línea ferroviaria de Valladolid-Ariza.
Este museo vivo cuenta con dos pequeños tractores de maniobras, que realizan un corto recorrido en la explanada delantera del recito, y una interesante muestra de gorras, uniformes, faroles, señales, bocinas, herramientas, insignias, billetes antiguos y todo tipo de objetos relacionados con el tren. También reconstruye a la perfección espacios ferroviarios como los departamento de viajeros, cabina de automotor, puesto de mando y un par de maquetas a escala.